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Sofisticación de marcas: “Necesitamos más Britt y menos sacos de café”


Ante el inicio de un nuevo año, trazamos planes, presupuestos y estrategias de comunicación para nuestros servicios o productos, en las cuales no debemos dejar de lado la atención que pongamos al proceso de construcción de nuestras marcas. En 2016, el doctor Roberto Artavia del INCAE habló en el programa de Amelia Rueda acerca de los resultados para Costa Rica del Informe Global de Competitividad, realizado por el Fondo Económico Mundial.

Dicho documento es un estudio comparativo entre 140 países acerca de los factores que inciden sobre la competitividad, es decir el “conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país” (FEM). De los 140 países, Costa Rica aparece en la posición 52, una más abajo que en el año 2014.

El informe se basa en tres pilares: requerimientos básicos, promoción de la eficiencia, y la sofisticación empresarial e innovación. “Necesitamos más Britt y menos sacos de café” fue una de las frases que utilizó el señor Artavia para enfatizar la importancia de invertir en la sofisticación e innovación.

Y es justamente en este último pilar donde queremos profundizar, ya que es desde ahí que Kerigma puede contribuir a la productividad del país.

Pero, ¿qué significa sofisticar una marca? Es una decisión que implica formalizar todos sus procesos, su información y sus técnicas, es decir, que todo sea planificado y que nada suceda al azar o por capricho.

Sofisticar una marca no implica hacerla más costosa, pero sí es darle más valor y solidez para hacerla más competitiva, pero ¿qué tiene que ver la competitividad del país con la sofisticación de marcas? La respuesta es: mucho.

La sofisticación incluye mejorar la imagen y la proyección de la marca, de manera que un buen producto no “se caiga” por tener un mal empaque o un logo que no funciona o limita sus posibilidades.

Hacer una marca más atractiva, no es necesariamente más costoso. El hecho de que una marca se sofistique no quiere decir que vaya a perder su esencia. Por ejemplo, una marca artesanal no tiene porqué abandonar un sistema de impresión rudimentario para adoptar uno más industrializado. De esta forma, lo que hacemos es reafirmar su esencia, proyectarla y hacerla sostenible mediante su gestión estratégica. En ella trabajamos su identidad visual (cómo se ve la marca), su identidad verbal (cómo habla) y su identidad social (cómo se comporta).

Como lo indica nuestro Director de Diseño, Fabrizzio Méndez: “Cuando usted tiene un buen producto debe hacerle una etiqueta o empaque, no tiene opción, pero sí puede decidir hacerlo bien o hacerlo mal. Dicho de otra forma, ya que va a hacer la inversión, hágala inteligentemente.

Hemos visto muy buenos productos con pésimas soluciones gráficas, y también productos regulares, con excelentes etiquetas.

Recuerde que la apariencia de su producto es un aspecto determinante para su marca. El empaque, el logotipo, la etiqueta, tipografía, estructura de la información, etc., son las herramientas que usted tiene para que el consumidor ame su producto.”

Todo esto para lograr coherencia y solidez y con ello construir marcas más eficientes. Si logramos invertir en la sofisticación, no sólo añadimos valor a nuestra marca, sino que contribuimos a que Costa Rica sea un país más competitivo. Este es el trabajo que realizamos en Kerigma, acompañar a nuestros clientes para que su marca sea lo más sólida posible y se sume a este proceso de competitividad.


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