A lo largo de nuestra trayectoria nos hemos encontrado con clientes que quieren construir o renovar la imagen de su marca, sin embargo, para hacer esto es importante entender el concepto de lenguaje visual y su importancia.

¿Qué es el lenguaje visual?

El lenguaje visual comprende el conjunto de elementos que ayudan a que una marca se diferencie y sea recordada: líneas, curvas, patrones, logo, tipografías, paleta de colores, espacios vacíos, entre otros. Podemos decir que el lenguaje visual es el código no verbal de la marca, donde al ver un producto, un anuncio, un app, entendemos que es de una marca especifica aún antes de leer cualquier texto.

El logotipo es un elemento clave del lenguaje visual; sin embargo, no es lo único, como alguien podría pensar. Una buena identidad visual puede partir del logo, pero no se limita a este; el objetivo del lenguaje visual es que la aplicación de otros recursos gráficos le permita a la marca ser reconocida aún en ausencia del logotipo.

Para que un lenguaje visual funcione bien debe ser flexible; en otras palabras, debe adaptarse a cualquier pieza gráfica de la marca, independientemente del tamaño, forma o ubicación. Puede ser desde un post de Facebook hasta una móvil o una valla.

¿Cómo crear el lenguaje visual?

Para crear el lenguaje visual es recomendable:

1. Tener clara la esencia de la marca.
2. Diseño y desarrollo del logo.

3. Si la marca ya posee uno, el siguiente paso implica repensar el concepto del logo para que, a partir de este, surjan nuevos elementos que faciliten la creación del lenguaje visual.

4. Seleccionar el elemento que será la “clave” del lenguaje visual.

5. Determinar cómo van a interactuar todos los elementos gráficos de la marca. Aquí es donde se define un sistema único y flexible, con parámetros a respetar y totalmente asociado a la esencia de la marca.

6. Velar por una aplicación coherente y sistematizada del lenguaje visual en todas las piezas de comunicación de su organización.