¿Cómo cuidar la identidad de su marca?

¿Cómo cuidar la identidad de su marca?


Una organización necesita tener una identidad de marca clara y cuidada para diferenciarse en el sector a través de sus fortalezas.

Así como las personas vamos afinando nuestra identidad a lo largo de nuestra vida, la empresa puede nacer con una identidad intencional, pero ésta se va afinando con el paso del tiempo y las experiencias.

Además, es imprescindible que se trate la marca como un activo de la empresa, para crear un compromiso de los propietarios o directivos con la misma, y así otorgarle la importancia que merece.

¿Cómo hacerlo?

1. Conozca la identidad de su organización

En el momento de definir la identidad de una marca se debe tener muy claro cuál es su esencia y sus atributos diferenciadores. A partir de ahí se deben elegir las fortalezas que realmente crean una diferencia en el sector, siempre teniendo claro el propósito, el para qué, de la empresa.

2. Defina con claridad las reglas de uso

Todas las acciones de una marca deben afirmar y potenciar su identidad. Por ello, no se debe cometer el error de confundir la identidad de marca con la identidad visual, ya que ésta última es sólo una parte. Los ámbitos en los que se transmite la identidad son:

  • Comunicación: Cómo la empresa se comunica con sus stakeholders. El tono, el lenguaje, los canales, etc.
  • Cultura organizacional: Cómo es el comportamiento tanto de la empresa como de todos sus colaboradores y aliados.
  • Visual: Cómo se ve la marca de forma a nivel visual.

Definidos estos tres puntos hay que establecer las reglas del juego para cada uno, los límites y, sobre todo, tener muy claro lo que afirma y potencia la identidad y también lo que la agrede.

3. Sensibilice a los tomadores de decisiones

El proceso de sistematización implica una coordinación de varias áreas del negocio. Eso implica la necesidad de sensibilizar a los tomadores de decisiones, explicarles y educarles para que comprendan la identidad corporativa, la esencia de su empresa y la importancia de ser coherentes con todo ello. Además, es importante que los tomadores de decisiones tengan claros los beneficios que tiene cuidar nuestra identidad corporativa.

4. Garantice una aplicación coherente y sistematizada

Cuando se tienen claras las reglas de uso, se requiere una aplicación coherente y sistematizada de la identidad corporativa en todos los canales previamente elegidos.

La principal clave en este punto es esforzarse en conseguir coherencia entre la comunicación, la personalidad, el comportamiento, etc. Es un reto al que la empresa debe enfrentarse todos los días en cada decisión del negocio. Todas las decisiones afirman o debilitan la identidad de la empresa, por lo que en la medida que nos hagamos la pregunta “¿esto puede afirmar o deteriorar nuestra identidad de marca?” ante cada situación, hay más posibilidades de ir fortaleciéndola.

A pesar del esfuerzo, el fallo es muy posible. Lo que se debe hacer en el momento que se produzca un error es analizarlo para ver qué no se debe repetir y así conseguir adquirir un aprendizaje para situaciones futuras.

5. Monitoree la identidad y su aplicación

Finalmente, para que todo el proceso sea eficaz, es necesario preguntarse a uno mismo y a sus principales públicos acerca de la identidad de su marca y las acciones que la afirman.

Realizar estas auditorías de imagen y cultura permiten detectar los pequeños detalles, en los que muchas veces se pierde identidad, así como prever situaciones que se puedan desbordar en un marco posterior más complicado.


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