No solo el medio ambiente nos llama a ser más conscientes antes de imprimir, sino que también desde comunicación debemos valorar de forma estratégica cuándo hacerlo.
Lo ideal es imprimir lo menos posible, sin embargo existen ocasiones en las que para llegar a ciertos públicos con poco acceso a recursos electrónicos o de ciertas edades, es importante realizar materiales impresos para no dejarlos por fuera.
Entonces, ¿cómo podemos saber cuándo imprimir? En Kerigma les queremos compartir una breve guía que puede ayudarle a tomar la decisión.
- ¿A quién se dirige la comunicación? ¿Es una audiencia que puede ser alcanzada por un canal digital?
Algunas características de su público meta a valorar son: edad, escolaridad y el acceso a plataformas electrónicas.
Por ejemplo, puede ser muy aconsejable imprimir si se trata de adultos mayores o para niños que vayan a interactuar con el material.
También, si la audiencia es parte de una comunidad geográfica donde el acceso a la señal celular o de internet es escaso. - ¿El tipo de trabajo de su público le permite consultar plataformas digitales?
Hay audiencias a las que por la naturaleza de su trabajo no les es posible consultar sus dispositivos móviles o comunicación electrónica en general; para ellos es muy probable que lo mejor sea imprimir. Por ejemplo, choferes, mercaderistas, operarios de plantas de producción o fincas. - ¿Es posible segmentar las audiencias para imprimir solamente para aquellas indispensables?
Por ejemplo, se podría imprimir un informe de labores solamente para algunos públicos interesados, como comunidad, pero no para el cuerpo gerencial. - ¿Puede mi material ofrecer una versión resumen impresa y una digital extendida?
- ¿Qué tan prolongado en el tiempo será el uso del material?
Pueden existir materiales en los que es más funcional tenerlos a mano, pues serán frecuentemente consultados a lo largo del tiempo; incluso, en ocasiones consultarlos o llenarlos puede ser parte de procesos o protocolos. - Si decide imprimir, ¿ya consultó alternativas para producir en papeles o sustratos amigables?
Existen diversas alternativas como papel de alga o papel reciclado.
Cuestiónese también los tamaños y utilice los que generen un mejor aprovechamiento del pliego de papel. - Además de papeles amigables, ¿cómo es posible reducir el impacto?
Por ejemplo, utilizar tintas ecosolventes o descartar un plastificado, podrían reducir el impacto. - En general, algunos materiales impresos para gestión de ventas son muy recomendables.
Por ejemplo, las tarjetas de presentación son una opción necesaria en muchos casos. - Nuestra recomendación final es: ¿está seguro de que lo que va a imprimir responde a un objetivo estratégico?
Por ejemplo, se puede querer imprimir cientos de brochures, pero quizás la necesidad se puede resolver al colocar afiches.
Trate de que cada decisión que tome tenga un respaldo estratégico y no antojadizo; de esa manera se asegura de estar cuidando el ambiente y a la vez lograr que el mensaje llegue correctamente a sus audiencias.